Aprovecha mejor tu
estudio
Pasas horas en la biblioteca, casi no duermes la semana anterior a un
examen y no recuerdas la última vez que saliste de fiesta con tus amigos. El
estudio te tiene encerrado entre cuatro paredes, y aun así, los resultados que
estás obteniendo dejan mucho que desear. Mientras tanto, tu compañero de piso
está destacándose en clase y solamente dedica un par de horas por día a
estudiar. No tiene problemas de sueño y sale de fiesta sin sentirse culpable.
¿Por qué?
El motivo de que existan estas diferencias radica en que hay algunos
estudiantes que saben aprovechar al cien por ciento el tiempo dedicado al
estudio. Y, por ese motivo, no necesitan estudiar tantas horas. Tú también
puedes seguir algunos pasos para optimizar tus tiempos y así vivir un poco más
relajado.
Ponte metas realistas
Si te propones estudiar “toda la noche”, lo más probable es que la mitad
del tiempo estés cabeceando y que entiendas la mitad de lo que estás leyendo.
De la misma manera, nadie puede dedicarse a estudiar diez horas seguidas
durante toda la semana. Las personas que saben aprovechar el tiempo, saben que
una primera medida es proponerse plazos que saben que podrán cumplir sin
inconvenientes. Proponte estudiar una hora en lugar de tres, pero bien
concentrado. Te será más fácil evitar las distracciones si sabes que el reloj
está corriendo y que pronto podrás descansar.
Tómate tus descansos
De la misma manera, es fundamental que, cuando hayas cumplido con los
plazos que te trazaste, te permitas un merecido descanso. Eso sí, no caigas en
la trampa de descansar tres horas por una que pasaste estudiando. Quince
minutos por hora es un tiempo razonable: navega por Internet, llama a un amigo
o prepárate un bocadillo. Después estarás más despejado para retomar el
estudio.
Prueba nuevas técnicas
¿Y qué pasa
cuando, aun creyendo que habías estudiado lo suficiente, habiendo leído más de
una vez la bibliografía y convencido de que comprendías el tema en profundidad,
te falla la memoria a la hora del examen? Posiblemente, la mejor solución para
ti sea la de explorar nuevas técnicas de estudio, ya sea solo o en grupo.
No basta con leer una y otra vez las mismas palabras para que se fijen en tu
memoria: subrayar, hacer un resumen o una red conceptual o explicarle el tema
en voz alta a alguien (así sea a tu hermanito menor) puede servirte para fijar
mejor los conocimientos.
Lleva un tiempo dominar estas técnicas, pero vale la pena intentarlo.
Después de todo, no siempre los mejores estudiantes son los que se pasan el día
encerrados estudiando, sino los que saben aprovechar cada momento de estudio.
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